#MeToo: Generando conciencia sobre la violencia sexual
#MeToo: Generando conciencia sobre la violencia sexual
“Hasta el más miserable de los hombres, tiene una mujer de la cual puede abusar”. No recuerdo dónde leí esto una vez, pero cuánta verdad recoge esa sola línea. Si hasta el que no tiene nada, puede manipular, hostigar y abusar a una mujer, imagina lo que puede hacer aquel que lo tiene todo. El ejemplo más notorio recientemente: Harvey Weinstein.
Gracias al movimiento #MeToo, originado en Twitter, han salido a la luz pública un sinfín de casos de hostigamiento y abuso sexual en Hollywood, y por consiguiente, en todas partes. Todas las mujeres que respondieron al llamado de #MeToo coinciden en lo mismo: todas se han enfrentado en alguno, o varios momentos de su vida, a hombres que han querido o han logrado aprovecharse sexualmente de ellas.
Solemos pensar que solo un loser hostigaría a una mujer; que solo un perdedor intentaría estar con una mujer por la fuerza y no porque ésta así lo desee. Lamentablemente, ese no siempre es el caso.
Cada día vemos hombres de distintos estratos sociales, hombres en posiciones de poder, hombres de buena educación, hombres casados que son padres de familia y hasta hombres que dicen respetar a las mujeres perpetuando estos comportamientos.
Me atrevo a decir que TODAS hemos pasado por algún tipo de hostigamiento, y tristemente, muchas, por abusos sexuales. Y claro, mientras más joven e inexperta eres, más propensa estás a que te pase. Como por ejemplo:
No tienes mucha experiencia de vida, estás en edad escolar y tu maestro/tío/padrastro hace ‘inocentes comentarios’ sobre tu cuerpo o sobre lo linda y ‘mujercita’ que estás de repente. No vayas a formar un drama, es solo un halago.
Estás comenzando tu carrera profesional y solo quieres conseguir ese trabajo. Oportunidad perfecta para que un ‘macharrán’ quiera discutir tus talentos invitándote unos tragos fuera de horario de oficina y terminar hablándote de tus atributos físicos. No te ofendas, ¿quieres el trabajo o no?
Pasas por una acera donde hay un grupo de varones, que no se conforman con tirarte el male-gaze, sino que también se aseguran que sepas ‘lo chulita que te vez hoy’ y que ‘si lo dejan, se casa’. Relájate ‘bebé’, no te agites, es solo un piropo.
Pero bueno, que más da, si hasta el actual presidente de los Estados Unidos lo hace, ¿cualquiera puede, no? Nos hemos enfrentado a esto por generaciones y continuamos haciéndolo… ¿pero hasta cuándo?
La realidad es que requiere mucha fuerza y mucho coraje atreverse a decir: “a mí también”, pues admitir y denunciar que has sido víctima de acoso o abuso puede causarte problemas emocionales, físicos y hasta económicos. Pero no podemos dejar que nada de eso nos detenga. Sigamos denunciándolo, continuemos abriendo la conversación y empecemos a criar mejor a nuestros hijos. Enseñémosle desde temprana edad a respetar a las mujeres, no porque seamos mujeres, sino porque somos seres humanos y el mundo es de todos. Hemos avanzado mucho, pero #MeToo vino a recordarnos que aún falta muchísimo camino por recorrer.
Escrito: Dagi Rodriguéz | Papaya Tropical
Foto cover via
Leave a Reply