Zoé Salicrup Junco: Cineasta boricua dejando el sabor latino en HBO
Zoé Salicrup Junco: Cineasta boricua dejando el sabor latino en HBO
Sentarse a ver un proyecto fílmico, ya sea un cortometraje, una serie, una película o cualquier otro, es un acto voluntario en el que nos adentramos a una historia desconocida para vivir, sentir y entender lo que allí pasa. ¿Pero te has puesto a pensar cómo nació y se logró plasmar en una pantalla esa historia? Seguramente sí. Por eso en esta edición de #WomenWeHeart queremos presentarte a una ‘creadora de historias’ boricua que ha sido galardonada nacional e internacionalmente en múltiples festivales de cine por sus proyectos fílmicos.
Ella es Zoé Salicrup-Junco, directora, productora y guionista de proyectos narrativos y comerciales. Ha expuesto sus proyectos narrativos en festivales como Tribeca Film Festival, Palm Springs, Clermont-Ferrand y recientemente Urbanworld; y del lado comercial ha trabajado para marcas como Sony, Bausch & Lomb, Loomia y ESPN.
Entre viajes para atender distintos festivales con su más reciente cortometraje MARÍA, Zoé nos habló un poco sobre sus inicios, metas, proyectos y posición como mujer en la industria del cine. Así que no dejes que Google te cuente, quédate aquí y sigue leyendo.
M: Háblanos un poco de tu niñez
Nací y me crié en San Juan, Puerto Rico. Desde niña fui muy curiosa. Me desenvolvía en el baile, la pintura, oratoria, debate, todo menos los deportes. Siempre estaba planificando algún embeleco creativo. También era una estudiante aplicada. Los estudios académicos me eran bien importantes. Me gustaba todo desde la historia hasta las matemáticas. Siempre tuve un soft spot por la escritura; me permitía acceder un rinconcito de mi cerebro donde podía guarecerme y a la misma vez escapar.
M: ¿Cómo surge tu interés en la industria de cine?
De pequeña, cuando iba al cine con mis padres era un problema porque estaba toda la película preguntando el porqué de cada giro narrativo. Nunca me olvidaré de una noche que fui a ver “Contact” con Jodie Foster (luego me enteré que la grabaron en el observatorio de Arecibo). Me parecieron tan impresionantes los opening credits de esa película que se me olvidó que estaba en una sala de cine. Hacía observaciones en voz alta sobre cada constelación y estrella que se presentaba en pantalla, hasta que me percaté de un grupo de jóvenes a mis espaldas haciendo eco a mis comentarios de manera burlona. Me avergoncé un poco, pero irónicamente me preocupé más por ellos. Sentí que ellos mismos se estaban privando de una experiencia cinematográfica que a mi entender valía más la pena que payasear. ¡Claramente mi amor por el cine ya corría profundo!
M: ¿Cómo entras a la industria de cine?
Yo no me percaté que podía considerar una carrera en la industria de Cine hasta que vi la opción en una solicitud de universidad. Tan pronto la vi, supe que eso era lo que quería hacer. Me desenvolví en el ballet desde bien pequeñita. Eso me entrenó a expresar diferentes emociones a través del movimiento corporal. Poco a poco comencé a experimentar con la coreografía; ahí comencé a desarrollar historias a través de la danza. Por otro lado seguí cultivando mi afinidad por la escritura. Y como siempre tenía que estar envuelta en algún invento creativo, un día cogí una cámara y sin darme cuenta dirigí y produje varios videítos musicales y hasta comerciales por jugar. Así que cuando vi “film production” en esa solicitud se me hizo bien natural tomar la decisión.
M: ¿Cómo surge la oportunidad de trabajar tus propios proyectos fílmicos a mayor escala?
Mi primer proyecto fílmico serio fue mi tesis académica de NYU titulada “GABI”. Luego de escribir el guión tuve que proponer mi concepto y mi plan de cómo lograr la película ante un panel de profesores y miembros de la industria. Gracias a Dios los logré convencer y eso dio paso a todo lo que vino después. Otros proyectos han surgido a través de grants que me he ganado y entrevistas que me han solicitado. Las oportunidades llegan de maneras muy peculiares, pero el proceso de obtener esas oportunidades siempre es el mismo – tienes que tener una convicción bien fuerte sobre la historia que quieres contar y tienes que tener un plan de acción sólido.
El cine tiene muchísima influencia en la sociedad. Si se utiliza correctamente, es una gran herramienta para aportar positivamente a este mundo y empujar la aguja hacia el progreso.
M: ¿Qué hace a tus proyectos únicos y diferentes?
Mi obra se caracteriza mayormente por historias protagonizadas por mujeres Latinxs e historias capturadas a través de un lente que utiliza la autenticidad como vehículo para lograr crear una conexión personal entre la historia y la audiencia. Soy una mujer puertorriqueña quien lleva viviendo en los Estados Unidos por un tercio de su vida. Esto me ha permitido honrar mis raíces, pero a la misma vez aprender sobre las experiencias de otras mujeres Latinxs. Como siempre explico, somos diversas – representamos diferentes formas, colores y tamaños. No necesariamente compartimos el mismo lenguaje, la misma religión ni la misma orientación sexual. Nos hemos destacado en el mundo de entretenimiento, ciencia y política. Hemos vivido tanto que las historias sobreabundan. Entiendo que este compromiso personal que tengo por contar todas estas historias de manera auténtica, dejando atrás los estereotipos que por demasiado tiempo nos han perseguido, es lo que aporta a que me proyectos sean únicos.
Además de representar las diferentes experiencias de la mujer Latinx, el mensaje principal que intento evocar en mi trabajo es la importancia de la empatía. Soy fiel creyente de que cuando un cineasta logra entablar una conexión empática entre los personajes y una audiencia, las defensas emocionales bajan y el espectador es más receptivo. Puedo presentarte temas que quizás tú normalmente no estés de acuerdo, te aburran, o hasta desconozcas. Pero te los presento a través de una experiencia que tal vez nunca has vivido. Logro tocar una vena emocional, algo que te impacta y te estimula a pensar más allá. El cine tiene muchísima influencia en la sociedad. Si se utiliza correctamente, es una gran herramienta para aportar positivamente a este mundo y empujar la aguja hacia el progreso.
Mi obra se caracteriza mayormente por historias protagonizadas por mujeres Latinxs.
M: ¿Qué proyectos tienes activos actualmente?
Tengo dos proyectos narrativos corriendo actualmente. Uno es “MARISOL“, un corto que humaniza el gran debate sobre la inmigración y separación de familias en los Estados Unidos. Este lo pueden ver en HBO. Y el otro es “MARÍA“, un corto que trata sobre la crisis de salud mental en Puerto Rico luego del huracán, específicamente el alza de suicidios. Actualmente lo estamos enseñando en festivales de cine. También me interesa compartirlo en organizaciones non-profit que busquen expandir en el tema de la salud mental. Por último, como proyecto comercial, ya se puede ver el documental “Raja Kumari: So Far” en el canal de Sony en Youtube.
M: ¿Qué sientes al representar a la mujer boricua?
Pues la verdad es que no le daba mucha cabeza hasta varios años atrás. Me enfocaba tanto en escribir sobre la mujer puertorriqueña que se me olvidó representarla detrás de la cámara. No fue hasta que me contrataron para dirigir “MARISOL” que le productora solo tuvo un pedido: todas las jefas de departamentos debían ser mujeres. Yo apenas conocía mujeres que se desenvolvían detrás de la cámara. Eso fue tremenda lección. De ahí en adelante le he prestado más atención a la representación y diversidad en mi equipo de trabajo. Por eso cuando tuve la oportunidad de hacer “MARÍA”, hice un compromiso de contratar a la mayor cantidad de mujeres puertorriqueñas posible. Por supuesto, habían excelentes hombres también. Pero todos compartíamos un compromiso por la equidad de género en el set. Ahora llevo ese orgullo y experiencia de ser mujer y puertorriqueña a todos mis proyectos. Valoro como mi género y mi cultura me proveen un punto de vista diferente. Como dijo Lena Waithe, “the things that make us different, those are our superpowers.”
M: ¿Consideras que han habido cambios para ellas en la industria?
Sí, pero no del todo. Creo que hemos creado bastante ruido estos últimos años, pero también me preocupa un poco que somos como un trending topic. Siento que eso nos pone fecha de expiración. Hasta que las oportunidades no sean auténticamente equitativas y el trabajo luzca por su calidad y no por el género que lo creó, entiendo que todavía nos queda trabajo por hacer.
No te dudes. No permitas que otros te siembren duda. Lo que no se sabe, se aprende. Si sabes dentro de ti que lo quieres hacer, no lo pienses, hazlo.
Visuales vía Zoé Salicrup