‘Zero Waste’: El Secreto Detrás de Estos Sombreros
‘Zero Waste’: El Secreto Detrás de Estos Sombreros
Neysha de León no pensó ser diseñadora de sombreros cuando comenzó su carrera. Sin embargo, sentada en su mesa de trabajo en su estudio en Williamsburg, Brooklyn, de León confiesa que este tipo de diseño la ha hecho descubrir su propósito dentro de la industria: reciclar. La diseñadora puertorriqueña reconoció desde un principio que no le interesaba añadir más desperdicios al medio ambiente y vio en los sombreros una puerta a utilizar materiales reciclados para crear piezas a mano.
Y a pesar de que el sombrero no es el accesorio más popular de nuestros tiempos, de León apuesta a las chicas que disfrutan de hacer un statement con sus atuendos, que no se dejan llevar por tendencias para vestirse de pies a cabeza.
Merodea: ¿Cómo te interesaste por la moda?
Neysha: Estuve dos años en Escuela de Artes Plásticas y trabajé para Namibia Viera en su taller en Río Piedras. Una vez vine a Nueva York con ella a comprar telas y me enamoré. Ahí dije que me quería mudar. Solicité a FIT [Fashion Institute of Technology] y me aceptaron. En mi segunda visita ya me estaba mudando.
M: Antes de estudiar diseño, ¿qué te hizo interesarte por este campo?
N: Siempre he sido súper creativa. Desde pequeña hacía mosaicos. Mi mamá tenía una máquina de coser cuando yo era pequeña, así que siempre tenía ropa en casa que no usaba y la rehacía con la máquina. Siempre fui más “crafty” y me incliné por técnicas hechas a mano.
M: ¿Cómo fue la experiencia de estudiar en FIT?
N: Hice un bachillerato en Sportswear Design. Estuve en el show Future of Fashion, en el que escogen los candidatos a graduación más destacados. Fue una experiencia súper emocionante. Me encantó llegar a un punto en el que la gente le gusta lo que estás haciendo y se conectan a través de eso. La educación en FIT es bien técnica a diferencia de la que recibí en Puerto Rico. Era muchísima información que nunca esperé tener que aprender. Fue una ventana a una industria súper grande y cómo influencia la economía y la cultura. Ahí me di cuenta de que no quería estar en el mundo corporativo. Quería alejarme de la producción en masa.
M: Una vez te graduaste, ¿qué te llevó a hacer sombreros?
N: Cogí una clase de sombreros en FIT. Tan pronto la cogí, me di cuenta que este era el campo que me gustaba. Es un nicho que no se da a menudo. En mi trabajo hacía styling, así que estaba esa ventana de entender qué la gente quería y qué compraban. Quería dominar la técnica de completar un outfit con un sombrero. Tan pronto empiezas a hacer algo y lo disfrutas tanto te enganchas con tu trabajo. Y eso fue lo que me pasó.
M: ¿Cuál es tu concepto detrás de tu negocio?
N: Ahora mismo estoy trabajando para Reformation y esa vibra eco-friendly es la línea por la que llevo mi negocio. Encuentro sombreros viejos y les veo potencial en sus materiales. Los puedo cambiar a algo más moderno. Con esto puedo volver a mis comienzos de desmontar y crear algo nuevo. Es un concepto con el que puedo reciclar y no crear más desperdicio.
M: Los sombreros son un nicho muy particular, ¿quién crees que es tu audiencia?
N: Es una chica joven que se siente cómoda consigo misma. Cuando te pones un sombrero, tienes que tener mucha seguridad. Así que mi chica o chico es súper firme en su estilo. Aunque también he creado sombreros para señoras que siempre los han usado. Es un tipo de accesorio que el cliente escoge. El proceso es mucho más personal.
M: ¿Cómo ha sido el proceso de ser tu propia jefa?
N: FIT está bien dirigido al mundo corporativo. Así que allí aprendí a trabajar para otra gente. Tuve que empezar desde cero en términos de sentirme preparada para recibir órdenes y branding. Es súper difícil crear una marca sola, pero es cuestión de entender qué necesitas para completar tu visión. Tienes que estar lista para todo. En enero espero lanzar la colección de invierno. El reto mayor ha sido conectar la idea que tengo y encontrar una dirección exacta. Es bien importante enfocarte en lo que realmente quieres y cogerlo con calma.
M: ¿Qué otra visión tienes para tu brand?
N: Me gustaría educar para que la gente vuelva a pensar en el sombrero como un accesorio del diario. En Puerto Rico, hay una tradición bien larga de usar sombreros que se está perdiendo y quisiera ayudar a que no se olvide.
M: ¿Cuáles han sido algunos de los “holy s&*^ moments” que has tenido?
N: Estar aquí. Uno a veces va más allá de lo que pensaba. Creo que el poder tener control de lo que quiero hacer es algo súper genial. En Nueva York, es tan difícil tener un espacio y poder tener un estudio donde puedo manejar mi tiempo y mi trabajo. Pero también están estos momentos en los que una stylist se lleva un sombrero para Emma Watson. A lo mejor ni lo usa, pero tener esas conexiones y que la gente comience a saber quién eres y qué haces es algo que no se consigue en otra parte.