The Pants My Dad Doesn’t Approve of
The Pants My Dad Doesn’t Approve of
El otro día le enseñé a mi mamá una foto desde mi celular de los pantalones que me había comprado. Son anchos, me llegan hasta un poco más arriba de los tobillos y de cintura alta. Su material es de mahón y, aunque arriba quedan perfectamente ajustados a mi cuerpo, la parte de las piernas es completamente ancha. Ella simplemente sonrió y me preguntó que dónde los había comprado.
Por otro lado, mi padre se dio cuenta que le estaba enseñando a mi mamá una foto y su curiosidad lo hizo coger el celular para ver de lo que estábamos hablando. Rápidamente dijo: “no me gustan” y su explicación fue porque “una mujer debe vestirse como una mujer” y que yo soy muy bajita para ese tipo de pantalón. Esta es la misma persona que nunca le gustó que combinara mis tenis con un traje.
Mi reacción fue la de siempre. Automáticamente le respondí que lo que estaba diciendo no tenía sentido. Procedí a mirar la foto nuevamente para asegurarme que de verdad me gustaba cómo me quedaban los pantalones y, a pesar del comentario, mi obsesión con ellos no cambió ni un poco. También recordé que el día que los usé andaba en el mall y tres personas se acercaron a decirme que le gustaban.
Pero, aunque las opiniones de mi padre acerca de mis outfits siempre han partido de la misma premisa machista, nunca me he acostumbrado y siempre me hace mirar dos veces. No me ha hecho cambiar de opinión pero trae un tipo de inseguridad a mi persona.
Esta es la razón por la que mi interés por la moda creció cuando cursaba la escuela superior. De leer la revista Tú, que me decía cómo vestir de acuerdo a mi cuerpo, pasé a vivir obsesionada con la revista Nylon, que promovía completamente lo contrario. Por primera vez me sentí segura de preferir los tenis antes que los tacos, y los pantalones antes que los vestidos. Mi interés siempre fue lograr verme “cool” antes que sexy.
Luego de la controversia de mi última adquisición, Refinery29 publicó este video acerca de cómo vestir de acuerdo a tu tipo de cuerpo donde usaban frutas para describir cada figura de las mujeres incluidas en el video. El fin era comparar la opinión de las revistas de cómo deberían vestirse para resaltar sus atributos con la selección de outfits que ellas acostumbraban usar. En conclusión, todas lucían mucho mejor con su propio estilo por el simple hecho de que se sentían seguras de sí mismas. Mis aplausos para Refinery29 y su excelente equipo. #GOALS.
No puedo cambiar la opinión de mi padre –créanme que lo llevo intentando toda mi vida– pero siempre le transmitiré (a él y a cualquiera que piense igual) mi mensaje: El género no tiene nada que ver con nuestra selección de ropa. Si te sientes cómoda con lo que llevas, hazlo por ti. Esto último es lo mismo que le digo a mis amigas cada vez que me envían una foto con un outfit para preguntarme si se ven bien.
Por último, como Leandra Medine de Man Repeller dijo en uno de sus escritos: “…lo importante del estilo, como cualquier otra cosa, es que si crees en este, debes estar dispuesta a luchar por él”.
Aquí otros pantalones que probablemente mi papá tampoco aprobaría:
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