Welcome Back Bombonera!
Welcome Back Bombonera!
Luego de una larga espera, regresa la icónica Bombonera, uno de los lugares con más tradición en el Viejo San Juan. Con más de 100 años de historia, La Bombonera permanece como un espacio que celebra el ayer y la historia de San Juan, remodelado ahora para recibir la nueva generación de turistas y locales. Cuando nuestros abuelos o nuestros padres visitaban el Viejo San Juan, probar una mallorca con café en este espacio era una visita obligada. Visitamos La Bombonera a la hora del almuerzo y, aunque esperábamos una larga fila, encontramos mesa de inmediato. Aunque por fuera el lugar luce idéntico, la diferencia se ve, y se siente, tan pronto uno abre la puerta de entrada. El lugar ahora está iluminado, y lejos ha quedado el ambiente oscuro y antiguo que antes permeaba.
Las paredes están cubiertas con losetas blancas, se colocaron abanicos nuevos, y se ha habilitado el área de mezzanine. Lo que lograron sus restauradores fue magnífico: lograron darle un ‘lavado de cara’ al lugar sin descartar su tradicional encanto. Los meseros continúan vistiendo ‘vests’ color burgundy y atienden con formalidad, sin mucho coloquialismo. La máquina de café antigua, uno de los artefactos más llamativos del local, ocupa un espacio protagónico en la barra. Es el mismo espacio pero rejuvenecido, como una abuelita o abuelito luego de un buen facial.
El menú, sin embargo, es otro asunto. Para comenzar, pedimos varias opciones solo para recibir un ‘no está disponible’ por parte del muy amable mesero (hijo de Don Pito, la ‘leyenda’ del lugar). Cuando llegó la comida y la probamos, la verdad es que, si vamos a ser francos, no estuvo a la par con lo que el lugar refleja. El pan estaba un poco seco, el café un poco quemado. No malo per se, pero nada extraordinario. Esta situación, no obstante, es normal, ya que La Bombonera lleva menos de una semana desde su reapertura. Las mallorcas, por otro lado, están tan buenas como siempre.
Por el momento, La Bombonera goza del ‘allure’ de la reapertura luego de una larga espera. ‘Yo vengo aquí desde hacen treinta años, y es un lugar lleno de tradición’, nos comentó una comensal quien estaba muy contenta con las nuevas renovaciones. Pero nos gustaría que, para el futuro, la administración de este restaurante le preste a las opciones del menú la misma atención que le ha prestado a la atmósfera y estética del lugar. Sin embargo, aun cuando eso no suceda, seguiremos visitando La Bombonera porque, al final del día, este lugar es más que la comida que ofrece, más que la vestimenta de sus meseros, más que el gusto que da probar una de sus mallorcas al grill (de los mejores gustos que uno se puede dar en el Viejo San Juan).
Visitar La Bombonera es sumergirse en un espacio intermedio donde se unen lo clásico y lo moderno, la historia y el futuro, los turistas y los locales. Les deseamos lo mejor, y solo nos falta decirles ‘Welcome back, Bombonera!’.
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