Papelones de Tinder: 6 “dates” que dan vergüenza ajena
Papelones de Tinder: 6 “dates” que dan vergüenza ajena
Si no has pasado por un papelón en Tinder por lo menos una vez en tu vida, estás atrás. Los Tinder dates, o de cualquier otro app, son ahora una de las formas más comunes de conocer futuros esposos. Toda la premisa de Tinder se basa en la atracción física inicial, así que de vez en cuando la cagamos juzgando a primera vista. Pensamos que encontramos el príncipe azul que es doctor y se ve hermoso en las fotos, pero “se le pasó” decirte que vive en el sótano de la casa de su abuela y su ropa huele a pescado todo el tiempo. ¿Qué sucede cuando un match made in heaven se convierte en un papelón from hell? Le preguntamos a nuestras lectoras sus experiencias cringe-worthy en Tinder y estas fueron nuestras favoritas.
“La conversación fue así:
*Match*
-¿Tienes Netflix?
-Esa es una pregunta un poco rara, jaja.
-Déjamela.
-No tengo…
-Pues no me interesas
-Espera, ¿y de HBO?
*Unmatch*
Yup. Eso fue todo.”
-Carla, 25
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“Hice match con este chico hace varios meses, pero realmente nunca salimos porque siempre pasaba algo. Nos mantuvimos en comunicación, pero no nos habíamos visto. Este verano salí con él ya que estaba despechada por otro crush. Nos hicimos friends with benefits, pero duró poco. Comencé a sentir algo por él (aquí perdí, lo sé).. Y después de todo, ahora es mi housemate, cortamos y tengo que aguantarme sus nuevas conquistas
Consejo de amiga: use Tinder wisely.”
-María, 23
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“Los dos entramos pa’ la jodeera. Fue un match y fuimos los primeros Tinder dates el uno del otro. Llevamos dos años enamora’os. #EsaNoEra”
-Melanie, 26
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“Llevaba hablando mucho tiempo con este tipo cuarentón que se veía súper guapo en sus fotos. Él trabajaba en las oficinas de un banco en la Milla de Oro (más exciting todavía), vamos a llamarle John Doe. Pues por fin un día quedamos en ir a Fine Arts, porque le quedaba cerca y después íbamos a comer. Sonaba bien, así que yo fui sin cuestionarlo dos veces. Cuando estaciono mi carro y voy subiendo para el cine, me encuentro de frente a mi madre. Me pregunta que qué hago ahí y le digo que estoy esperando un date. Le pregunto lo mismo y ella me dice que había estacionado el carro ahí porque tenía una entrevista. Ya yo estaba extra nerviosa, porque todavía no estaba lista para que mami se enterara de mis daddy issues. Pero para añadirle a mi suerte, mami procede a decirme que el tipo que la entrevistó, John Doe, era guapísimo y que le fue súper bien en la entrevista. Sí, le dieron el trabajo. Tuve una cita con el jefe de mami… y una segunda… y una tercera… oops.”
-Natalie, 26
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“Una vez hice match con un tipo que, después de planificar la primera cita, me dice que ya le había contado a sus amigos y su hermano sobre mí, y que quería que los conociera en persona cuando nos encontráramos. Nos habíamos enviado solo 15 mensajes en total. 15. Nope.”
-Amanda, 23
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“Una vez hice match con este tipo bello. Para colmo, medía como 6’6 y era súper musculoso, una cosa exagerada. Quedamos para ir a darnos unas copas y comer algo. Estuve todo el date mirando las manotas que tenía, te digo el tipo era Hulk. Todo iba súper bien y no parábamos de reírnos. Iban a cerrar pronto y éramos los únicos que quedábamos, pero nos dijeron que podíamos quedarnos un rato más en lo que terminaban de limpiar y eso. Ya por nuestra sexta copa de vino, Hulk decide que es un buena idea dar un manoplazo en la mesa después de contar un chiste y lo que veo es la botella de vino en cámara lenta volando hacia la pared. Obvio, se rompió y todo cayó por donde ya habían limpiado. La mesera nos mira súper mal. En vez de decir “sorry”, el idiota de Pie Grande, me mira y dice “chica, pero ten cuida’o, ahora la pobre lo va a tener que limpiar”. Sin reírse, serio. Se me queda mirando, la mesera se queda mirando y yo no tardé ni 5 minutos en pedir un Uber para salir volando de ahí.”
-Gabriella, 27
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