A la mayoría de nosotras nos encanta pasar horas largas en tiendas y farmacias que nos ofrecen productos variados. ¿Cierto? Cuántas veces has visitado uno de estos locales con la idea de comprar un solo productos y te has perdido a través de los pasillos que te llevan a sumergirte entre colores y fragancias despertando justo cuando la cajera dice ‘próximo’.  Allí frente a la caja te das cuenta que no solo llevas lo que fuiste a buscar, sino que has llenado tu canasta de interesantes descubrimientos que han hecho tu ida a la farmacia una experiencia interesante. Aun así, muchas veces solo buscamos la experiencia que nos traen estos locales.  Entramos a la tienda con tal de despejarnos un rato y encontrar algo que nos haga feliz. Desde maquillaje, objetos de primera necesidad, hasta medicamentos, estos locales han convertido en centros de ocio necesarios a través de toda la Isla. 

La realidad es que en cada esquina del Área Metro existe una farmacia. Una de las ventajas principales es la accesibilidad, pero, por otro lado, casi todas contienen la misma mercancía. Además, debemos estar conscientes del impacto que esto ha provocado, ya que son más las farmacias de cadena disponibles que las farmacias locales.