Parto en casa: Llegando a Roma con Vianca Farinacci

Parto en casa: Llegando a Roma con Vianca Farinacci

May 21, 2019 | Cuerpo y Mente, Nuevo

Todas tenemos algo de heroínas y diosas, y en este mes dedicado a las madres y a florecer, queremos resaltar a una mujer que tiene mucho de las dos: Vianca Farinacci. Madre de Roma, Gerente de Venta de Mare Cheia y amante a estar en armonía con la vida.

Vianca dio a luz en su casa y aún no encuentra palabras para describir lo hermoso y perfecto que fue ese momento. Nos sentamos un rato con ella para hablar sobre esa experiencia única en su vida y solo te podemos invitar a que leas su historia. Algo en ti cambiará.

La preparación

1. Calma tu mente

“Emocionalmente tuve que calmar mi mente, confiar en que esto es lo que quería hacer. Tuve que convencer a la humanidad y sobre todo a mi compañero y padre de mi hija, que al decirle que quería tener el parto en casa por poco se vuelve loco. Rápido se preocupó por cualquier implicación que pudiera ocurrir con la salud de la niña y conmigo.”

2. Prepara a tu pareja

“Busqué específicamente la opinión de los hombres de las parejas cercanas a mi que han tenido el parto en el hogar. Quería que mi compañero tuviera un espacio de terapia e intercambio de opiniones con hombres, no con mujeres porque ya había pasado. Su apoyo fue bien importante para mi, así que eso fue parte de la preparación, prepararlo a él para que me apoyara a mí y así sentir la confianza.”

3. Ajusta tu cuerpo

“Quería que el cuerpo estuviera set para ese proceso. Me establecí que haría yoga con Lourdes Gandía porque quería conectar conmigo y aprender a respirar. Luego me encontré a una muchacha que me dio la tarjeta de la Dra. Thais Bermudez, quiropráctica y especialista en mujeres embarazadas, y comencé a atenderme con ella. De casualidad, Thais tenía una masajista en ese momento y también me comencé a atender con ella. Thai y Luz, la masajista, fueron personas claves para la parte de preparación física.”

“Quería que el cuerpo estuviera set para ese proceso.”

“La quiropráctica me fue a ajustar el mismo día del parto. Me alineó la espina dorsal y las caderas para que la sangre corriera bien. Así el cuerpo está óptimo para pasar el proceso. El ajuste me lo dio a las tres de la tarde y pude dormir una hora. Me levantaba en intervalos para sentir las contracciones. En ese momento estaba con mi pareja, lo abrazaba, él me apretaba por la espalda, pasaba la contracción y descansaba.”

4. Busca la opinión de tu ginecólogo

“Mi ginecólogo, super open minded, Dr. Edgardo Rivera Rosa, me dejó saber que estaba perfectamente en condición para tener a mi hija en casa. Lo vi miércoles y parí el domingo. Mi hija es Virgo. Me dijeron que iba a nacer 30 de agosto y ella, como buena virgoniana, nació el 30 de agosto.”

El momento de la verdad

1. Forma tu equipo de apoyo para el parto

Conmigo estaban

  • Mis tres bébices (mejores amigas)
  • Mi mamá
  • Mi compañero
  • Mis tres parterasSol, que fue sol durante el proceso; Gloria Martineau, la cabeza del grupo; Irene de la Torre que yo le digo mi Mr. Miyagi. Pienso que mi hija esperó a Irene. Recuerdo que me decía súper relajada: “Breathe, breathe slowly. Push even if you don’t have a contraction.” Y ahí, mi hija dijo: “¡Ay mira llego Irene, voy para allá!”

Es bien importante que mantengas la quijada relajada y abras la boca porque de esta manera se abre el área vaginal. Cuando cierras, trincas. Es como cuando besas: abres y se te activa abajo.”

“Es la maravilla más bella de mi vida, la alegría más grande.”

2. Asígnale tareas al equipo de apoyo

“Mi compañero era el que me acordaba que tenía que relajar la quijada. La maestra de yoga me dijo que la boca y la vagina estaban conectadas. Relajar la boca equivale a relajar la vagina. Durante el parto, es bien importante que mantengas la quijada relajada y abras la boca porque de esta manera se abre el área vaginal. Cuando cierras, trincas. Es como cuando besas: abres y se te activa abajo. 

Mis amigas tenían la tarea de ambientar: una me ponía los aceites esenciales, otra me ponía toallas para salir de la piscina y otra era la DJ y fotógrafa. Recuerdo que escuche Chandelier de Sia y me dio pavera porque recordé una Noche de Jevas de Teatro Breve.”

3. Disfrútatelo

“Es la maravilla más bella de mi vida, la alegría más grande. No tengo palabras para poder expresar lo gratificante y hermoso que fue. No quiero tener otro bebé, pero si lo fuera a tener, quisiera que fuera así de bello, no cambiaría absolutamente nada. A lo mejor dos o tres personas más en el parto.”

Después del parto

1. No dejes que te visiten en 24 horas

Mis parteras me dijeron que no me deberían visitar y busqué más información sobre ese punto. Pasa que esas primeras 24 horas son para que el bebé se de cuenta que llegó al mundo y para que mamá conecte, porque todavía no se conocen genuinamente. En esas primeras horas no quería que nadie fuera a visitar, un acto que la gente normalmente hace, la mujer pare y quieren visitarla corriendo. Para mi es la cosa más anormal. ¿Tú has visto una perra que pare y quiere que la gente se le acerque? Ninguna hembra que dé a luz en el reino animal, quiere que se le acerquen a sus cachorros. Es un instinto que se activa automáticamente.”

2. Puedes usar fajas

Yo siempre he sido bien flaca y aumenté 50 libras durante el embarazo. Me ‘friquié’ con la cuestión de las libras pero no importó tanto porque mi hija nació super bien. Pero, muchas mujeres me habían hablado de unas fajas y me compré dos, la de velcro y la famosa faja colombiana con las varillas y clips. Me puse la de velcro por tres semanas y la de varillas por otras tres semanas. (Mientras se señala la barriga) No tengo nada de barriga ahora. Creo que volvió a ser el mismo cuerpo después de 3 años.”

“Me daban tranquilidad y me dejaban saber que todo estaba súper bien. Después de todo esto, me encuentro con gente que también tuvieron sus partos con ellas y solo dicen cosas lindas, eso me asegura que mi hija y yo estuvimos en buenas manos.”

” Esas primeras 24 horas son para que el bebé se de cuenta que llegó al mundo y para que mamá conecte, porque todavía no se conocen genuinamente.”

3. Tendrás una relación con tus parteras por siempre

“Mis tres parteras me comenzaron a visitar en la semana 24 y me veían cada dos semanas. Antes de conocerme, me pidieron que al momento de reunirnos trajera a las personas que iban a estar en el parto para conocernos y evitar momentos awkward el día del parto. Así que estaban ellas, mi mamá, Omi mi pareja y mi mejor amiga, Marisé. En ese momento mis otras dos amigas no se habían añadido. Desde esa reunión empezamos a compartir y sentí click con Gloria y con Irene porque confiaba en ellas. Me daban tranquilidad y me dejaban saber que todo estaba súper bien. Después de todo esto, me encuentro con gente que también tuvieron sus partos con ellas y solo dicen cosas lindas, eso me asegura que mi hija y yo estuvimos en buenas manos.”

Consejitos de Vianca

1. No confíes a ciegas

“Creo que durante el proceso las mujeres estamos bien vulnerables. Sientes mucho dolor, sabes que estás haciendo algo que te va a transformar la vida para siempre, que cualquier cosa que te diga la persona que tienes tu lado, sea tu médico u OB/GYN, confías. Crees que te están diciendo lo que genuinamente necesitas por meramente confiar sin cuestionar. Ven al doctor como casi un dios.”

2. No es necesario que te droguen

“Durante mi parto, no me drogaron ni me inyectaron. Duré miles de horas pariendo, pero cuando terminé me sentí nueva, perfecta y lista para meter mano. Cogí a mi bebé y la gente se quedó en shock. O sea, sentí que acababa de hacer el workout más brutal. El instinto maternal está tan brutal que te levantas y ya sigues con tu vida. Me bañé y me ‘jarté’ de pastelón de amarillo con arroz y habichuelas que mami me hizo.  Solo me tomé dos acetaminophen cuando termine y ya. Yo estaba tan relax después del parto que tenía cara de felicidad. Cuando vi a mi hija nacer fue como ‘YAY, I did it!’ Con todo lo que acababa de pasar y yo feliz, ella perfecta. Ese día estaba contenta.”

“Yo parí y sentí que me salió una capa en la espalda. Siento que tengo la fuerza para hacer todo, tengo toda la energía, tengo la felicidad. Mi hija nació saludable y por eso doy gracias todos los días.”

“Durante mi parto, no me drogaron ni me inyectaron.”

3. ¡Apodérate de tu cuerpo y tu parto!

“Yo parí y sentí que me salió una capa en la espalda. Siento que tengo la fuerza para hacer todo, tengo toda la energía, tengo la felicidad. Mi hija nació saludable y por eso doy gracias todos los días. Si le da un catarrito o una fiebre no puedo dormir. No me imagino una niña enfermita, así que siento que tomar control de manera natural me dio más poder. Siento que ahí empieza el empoderamiento. Estamos en la generación del empoderamiento de la mujer, de mujeres asumir puestos y posiciones políticas o en empresas. Pienso que debemos nosotras controlar apoderarnos de nuestro parto y cuerpo y ahí empezaría a cambiar la historia de la mujer.”

4. Tú puedes con un parto y más

“Lo más que me causa molestia ver como se ha creado la idea de que “te va a doler”, “no vas a poder”, “eso es lo más malo que hay”, como si no pudieras. Y es que no hay cosa que haga la mujer que no le duela, caemos en menstruación todos los meses. Eso es prueba suficiente. Tenemos que bregar con muchos dolores y te hacen ver que ese dolor no lo puedes manejar. Creo que si puedes manejar la dejada de una pareja, puedes con el parto. Yo creo que eso es más doloroso by far.”

Escritora: Alejandra de la Torre

Editora: Lesslie Ocasio

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