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Le llamamos de mil maneras con tal de no nombrarla directamente. Decimos ‘la regla’, el ‘periodo’, ‘esos días del mes’, ‘caí mala’, etcétera, etcétera. Tanto queremos evadir el tema que aun cuando nos quieren vender productos para controlarlo lo hacen a la esquiva, por ejemplo, mostrando un líquido azul en lugar del rojo natural, medio pegajoso y nada agradable. Si se tratara de un tema trivial pues no habría mucho problema -la publicidad siempre busca maneras creativas de decir las cosas sin decirlas-, pero esto no es trivial. Es nuestra menstruación, el flujo de sangre con el que debemos bregar todos los meses del año, un proceso tan común, natural y esencial que ni tú ni yo estaríamos aquí si no fuera porque nuestras madres pasaron por ello. Mantener la menstruación como tema tabú significa que hablar de ello abiertamente, en público, no es considerado de buenos modales.

¿Por qué sigue siendo esto así en el 2016?

Por la sencilla razón de que, por mucho que creemos haber avanzado en la lucha por la igualdad de la mujer, llevamos con nosotros todavía la creencia arcaica de que la menstruación es algo impuro, sucio, vergonzoso. Miremos Nepal, por ejemplo, donde las mujeres están prohibidas de asistir a la escuela o compartir en público durante su menstruación. O la India, donde ni siquiera se permite hablar del tema.

Y aunque en Puerto Rico la situación no sea tan extrema, la verdad es que no podemos negar que el tabú de la menstruación vive entre nosotros. A ver: cuando estás en tu trabajo, en la universidad o en un restaurante y tienes que ir al ‘ladies’ porque es momento de cambiar la toalla sanitaria, ¿las llevas a vista de todos o las escondes en un bolso, cartera o estuche, con tal de que nadie las vea? ¿Cuántas veces has escuchado o te han dicho ‘estás de mal humor porque estás en la regla’? ¿Cuántas actividades de playa o deportivas te has perdido por el simple hecho de estar menstruando, todo con tal de evitar que se pueda ver la más mínima mancha de sangre en la ropa?

La más reciente campaña de Body Form, en lugar de utilizar las mismas imágenes de siempre (el líquido azul sobre la toalla sanitaria, mujeres vestidas de blanco bailando y riendo sobre la arena), utiliza escenas de mujeres en acción, practicando deportes tradicionalmente dedicados a los hombres, sangrando como cualquier hijo de vecino, sin dejar que ésta sea obstáculo para seguir adelante. ‘Que la sangre no nos detenga’, es el lema de la campaña. Y ni hablar de todos los grupos que han surgido en las redes sociales para llamar la atención sobre el tema, tales como #happytobleed, #maymenstravaganza, y otros.

Chicas, esta nos toca a nosotras. La frase ‘dar tu granito de arena’ es de las más clichosas de la historia, pero en este caso aplica. No hace falta unirte a un movimiento pro igualdad o restregarle a todos el tema en la cara. Solo necesitas echar al lado el miedo y hablar del tema como si de cualquier otro se tratara, delante de quien sea, al igual que lo hizo la nadadora Fu Yuanhui en uno de los eventos más vistos del planeta. Que sea algo tan común como decir ‘tengo hambre’ o ‘me muero del sueño’. Mostrarle al mundo, hombres y mujeres por igual, que estar menstruando no es nada vergonzoso.

Escrito por Mercedes Luna