El frosé es una opción más accesible a una bebida sofisticada para aquellas personas que se sienten intimidadas a probar vinos rosados. Intenta esta receta si quieres adentrarte al trend de los tonos ‘rose gold’, y serás la estrella en tu próximo get con las chicas.

Comienza vertiendo el rosé en una bandeja de hielo, y déjalo en el congelador por 8 horas o hasta el día siguiente. Mientras el rosé se congela, pon el agua a hervir en una cacerola pequeña y echa el azúcar. Cuando el azúcar se disuelva (3 minutos), añade las fresas y revuelve la mezcla constantemente. Mientras vayas mezclando los ingredientes, la consistencia se pondrá más espesa.

Filtra la mezcla de fresas a través de un colador, pero solo deja pasar el líquido a un envase aparte. Pon a un lado el sirope hasta que se refresque y luego colócalo en el refrigerador para que se enfríe propiamente.

Una vez tengas tus cubitos de rosé congelados y el sirope frío, echa ambos ingredientes en una licuadora con el hielo y el jugo de limón. Mezcla hasta llegar a una consistencia suave, deja ese ‘mix’ congelar y vuelve a licuarlo hasta que quede como un ‘slushie’.

Echa el cóctel en las copas, y adorna con fresas si así lo deseas. ¡Ya tienes tu frosé!

por Gabriela V. Hernández